Concretamente no era para una boda, sino para una despedida, pero lo parece y porque no decirlo.
Era una tarta cubierta de rosas hechas con una boquilla especial en la manga pastelera.
Rellena de mouse de chocolate, con un bizcocho tradicional, estaba cubierta de una crema blanca, indicada para hacer este tipo de tartas.
Y terminada de decorar con Perlas plateadas. Quedó preciosa…